miércoles, 28 de abril de 2010

Tú y yo




Te sentí tan cerca, 
tus caricias suaves, pausadas
desesperaban mi espera ,
esa espera de tenerte
 y no pensar.


Cerré mis ojos,
 aguarde tu aliento tibio,
era tu anhelo mi sueño,
 de traspasar las fronteras,
de ir más allá.


En mis labios palpitaban ya tus besos,
inventaste mil estrellas para mi,
fue tu calor junto al mio
agua y hierba,
luna y sal.
 

Y efímeros y eternos fuimos
en aquella entrega aún total,
no importo nada,
nada existió
era tu encuentro y mi tiempo,
era tu espacio y mi cielo.
eramos sólo ...


tú y yo.












                                                                  

viernes, 23 de abril de 2010

La llamada



-Bueno
- Hola!  ¿Cielo?
- Si...

Su voz del otro lado de la línea me parecía tan familiar y tan lejana, no atine a decir más sólo lo escuche, mientras mil recuerdos vinieron a mi mente. Parecía mi memoria un rompecabezas sin completar, un libro cerrado hacia mucho tiempo. Y en un segundo sucedió, retorné al pasado, por un minuto me sentí niña otra vez, con esa mirada limpia como el horizonte donde me pierdo por horas.

Recordé a mi abuelo con su rostro dulce, sentado en su sillón favorito, diciéndome : “ven cielo, ven mi niña, siéntate aquí junto a mi” oyendo como me contaba las más bellas historias que jamás volví a escuchar; mientras Lucas, el gato de la casa, juguetón ronroneaba sintiendo mis caricias en su lomo aterciopelado.

Me pareció ver de nuevo la merienda dispuesta en la mesa, en esa mesa larga de mantel blanco de encaje y flores, con sillas enormes donde mis pies colgaban. -¡Donas y leche fría para mi niña!- decía mi abuelo y con sus ojitos tiernos me sonreía, mientras yo aguardaba mi momento favorito del día... verlo llegar.

Esperaba oír el ruido de las llaves en la cerradura, y ver aparecer su silueta que aún en la penumbra de la vieja sala sabía distinguir. Sentía su aroma inconfundible, y sus brazos extendidos esperándome mientras yo corría a su encuentro saltando de alegría: ¡has llegado! ¡estás aquí!.

Tantos recuerdos que hoy desempolvo su voz, esa voz que no borró de mi corazón la ausencia. Hoy lo escuche de nuevo, hoy volvió.



- Perdóname, 
  han pasado muchos años, quería buscarte pero tenía miedo... y ...


- ¡Estás aquí!
   sabía que regresarías... siempre te espere.




   Te extrañé papá.










lunes, 19 de abril de 2010

Podrá



Podrá estar a tu lado
y ser quien hoy tiene el aroma de tu piel,
sentirse dueña de tus ojos, de lo que otra posee.



Podrá creer ser la inspiración de tu verso
de tus noches la agonía,
la que vive en tus sueños, la que tu vida guía.



Podrá decirse tu obsesión,
la de los mil encuentros sin presencias,
la que ahuyento las ausencias de lo que afanosamente llamó amor.



Pero tú y yo sabemos
lo que siente el corazón
que no calcinó el olvido aunque no este contigo.



Lo sabe tu piel que aún siente mi beso
lo sienten tus manos
 que me extrañan en silencio.


 

Podrá decirse tu dueña,


quizá podrá.













miércoles, 7 de abril de 2010

Te amaré


Te amaré

en cada gota de rocío que el alba regala.

Te amaré

en cada estrella de la noche plateada.

Te amaré

en cada amanecer, en cada despertar.

Te amaré

entregándote el infinito de mi alma.

Te amaré

cuando estas... cuando te vas.

Te amaré

en la eternidad.

Te amaré 

cuando vivo... cuando muero.

Te amaré

cuando eres mío... cuando no debo.



Te amaré

cuando despierte de este sueño eterno...