No quiero que te vayas aún hace frío o será que el invierno no me gusta aunque la primavera haya llegado. Tú sabes como odio los pies helados que me hacen tiritar. Abrázame muy fuerte y déjame creer que otra vez veré a tu lado el otoño, donde las hojas de los árboles llevarán tu nombre.
Extrañaré tanto tu voz, tus manos ... el estrés que te causaba no recordar si habías dejado bien cerrado el auto; extrañaré tus locuras, tus manías; el puro que nunca terminabas de fumar; tu canción favorita con Cerati y ese grupo que siempre olvido. Extrañaré todo y para no perderlo lo guardaré en mis bolsillos.
Tejeré con la seda de esa araña que ha hecho su morada bajo tu fotografía, tejeré sueños azules y absurdos, hilvanaré frases que no digan nada y que te digan todo. Sé que tú las entenderás y sabrás donde encontrarlas.
Y tu libreta verde, ¿me la regalas? ya es mia, siempre adoré como escribias, y hoy tus letras se quedan en mi corazón como tus versos olvidados y tus besos que se convertirán mañana en mariposas nocturnas buscándote en el silencio.
Guarda para ti en un cajón secreto este amor, ese mundo que sólo tú y yo podíamos entender, los tiempos pausados, los silencios del reloj y todo lo que en ti de mi queda.
Tal vez algún día volvamos a escribir esta historia ... tal vez el final no esta aún escrito.
¿Me llamarás alguna vez? un ¡hola! podría ser, un ¡te extraño! , un silencio ... sólo llama. Será muy bello saber de ti, que estás bien ... que aún estás.
Ya es tiempo, es tarde y aguardan por ti.
No... no digas nada.
También me quedo con tu sonrisa ... tú llévate mis ojos.
Te echaré de menos.