Para olvidarme de ti...
nada hace falta
porque nada
puede arrancarte de mi.
Como olvidar el ocaso de tus ojos
cuando muero en ti,
de ti cada mañana
¿cómo?
¿cómo?
Si resucitar contigo es
escuchar tu lenguaje
que hace camino
en mi espalda.
Y vivo a cada latido de tu cuerpo
que ciñe mi locura de amarte así,
con la brevedad de la existencia
que no alcanza para alejarme de ti.
Para olvidarme de ti...
no quiero pretextos porque no los hallo
si divago y lloro y rio
no hay teorema que te aparte de mi.
Si estas en el sitio exacto donde nació el destino
que nos funde en uno,
en cuerpo, en alma
sin ninguna fuerza que corrompa este sentir.
Para olvidarme de ti
no hay nada
sólo la muerte...
sólo . . . volver a existir.