ausente a mis manos,
frío, absorto y lejano,
como cada minuto
que muere de hastío en mis labios
que no son tuyos,
son míos,
son míos,
como míos son mis pasos . . .
mi sombra , las nubes , el cielo
y todo lo que amo.
Tú te crees un crepúsculo incierto,
oscuro y callado
como cada noche que no llega, ni nace
cuando mis sueños he cerrado.
Y rompo tu recuerdo,
lo amarro,
lo oculto
tras aquello
tras aquello
que he dejado.