Si mañana otra vez escribo
volveré a escribir sobre
tu cuerpo dormido
y mis manos . . .
creando-te
sintiendo-te
inventando-te.
Si ya no despiertan los ecos,
que susurraban tu aroma
ni los nardos vuelven a perfumar mis labios
con tu boca
yo diré que he muerto
como mueren de olvido
los sueños jamás soñados.
Y si mañana otra vez escribo . . .
entonces
sólo entonces
volverás a ser mio.
entonces
sólo entonces
volverás a ser mio.