De nuevo soñé con tu rostro dormido
con la calma de tus manos
y el calor perfecto de tu abrigo.
De nuevo pensé
en voz alta
y te llamé de diferentes formas
poniendo música a tu estampa.
Otra vez y para siempre fuiste mío
como en aquel arcoiris perdido
de las tardes que no veo
porque prefiero de nuevo...
de nuevo s o ñ a r contigo.